jueves, 28 de julio de 2011

Palabras de una mujer de Zapotengo, familiar directo de los desaparecidos.

DESAPARECIDOS

Muy buenos días. Soy María Concepción Vizarretea Salinas originaria de San Pedro Pochutla, Oaxaca. Vengo a nombre de las miles de familias que tienen un familiar desaparecido en este país, pero en particular de 10 familiares míos originarios del municipio de San Pedro Pochutla, estado de Oaxaca, desaparecidos en Matamoros, Tamaulipas, el 14 de julio de 2010, lugar al que arribaron con la finalidad de comprar refacciones para maquinaria pesada y vehículos para su trabajo.

Como de pronto ya no tuvimos noticias de ellos, levantamos diferentes denuncias ante las autoridades estatales y federales. Varios meses después nos recibió la procuradora del estado de Oaxaca, pero sólo para darnos promesas de investigación y justicia que jamás se cumplieron.

Las respuestas que hemos tenido han sido contradictorias y hasta falsas, como cuando la delegación de la PGR en Morelos envió oficios a la Procuraduría General de Justicia del estado de Oaxaca en los que hizo suponer que 9 de los 10 desaparecidos estaban detenidos en Morelos, lo que provocó el desplazamiento de los familiares generando falsas esperanzas, gastos inútiles, para terminar admitiendo que era un error, que todo había sido “una incorrecta interpretación del documento”.

Una situación de dolo y negligencia semejante se presentó cuando la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada nos informó que habían localizado en una de las fosas de San Fernando a un familiar desaparecido, lo que provocó nuevamente falsas expectativas y el desplazamiento de los familiares para reconocer los restos. Nuevamente desplazamientos y gastos inútiles, pues las pruebas biológicas realizadas eran incompletas y estaban manipuladas para deshacerse de un cadáver que no sabían quién era y quitarse una exigencia nuestra.

 Decidimos entonces acudir a la Comisión Diocesana de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca para solicitar apoyo y asesoría en la búsqueda de nuestros desaparecidos, además dimos varias conferencias de prensa para dar a conocer nuestra situación. Recibimos apoyo de organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales que nos han orientado para interponer recursos jurídicos y en materia de derechos humanos.

Al cumplirse un año de la desaparición de nuestros 10 familiares nunca hubo respuestas concretas de las autoridades, por eso, 13 familiares decidimos el 14 de julio de 2011  iniciar una huelga de hambre indefinida que se prolongó durante 100 horas en el corredor del Palacio de Gobierno de Oaxaca. Esta huelga impactó a la sociedad y a la prensa nacional y extranjera a tal grado que las autoridades estatales se sentaron a dialogar con nosotros y generamos conjuntamente un acuerdo de acciones concretas que, por su seriedad e integralidad, estamos seguras que culminarán en la ubicación y localización de nuestros familiares. Aunque la mayoría de las acciones se comenzaron a desarrollar de inmediato, esperamos que todas se cumplan.

Estamos conscientes que, como nuestro caso, hay muchos miles más; algunos ejemplos aquí presentes: 13 desaparecidos en Vicente Guerrero y 80 en Cuencamé Durango. María Herrera con sus 4 hijos desaparecidos: 2 en Guerrero y 2 en Veracruz, 15 más de Pajacuarán Michoacán. O los 4 muchachos desaparecidos en la presa La Boca, en Santiago, Nuevo León. Los 180 desaparecidos en el estado de Coahuila. El caso de la señora Julia Alonso Carvajal con su hijo desaparecido en Monterrey, Nuevo León, desde hace 3 años y 7 meses. Así podría continuar enumerando casos de manera interminable. Todos con la misma característica: sin ningún resultado, mucho menos justicia.

Nosotros, que somos parte de esta nación desgarrada, no queremos que siga sucediendo con otras personas lo mismo que a nosotros nos ha pasado; nos hacen dar mil vueltas para cansarnos dejando nuestro dolor en el olvido. No queremos provocar lástima porque no venimos a recibir dádivas ni concesiones. Nosotros, que formamos parte de las miles de víctimas, que somos los deudos de los incalculables miles de desaparecidos, no hemos tenido respuesta a nuestro legítimo reclamo de justicia.

¿Qué no les da vergüenza? Exigimos de ustedes, diputados y senadores, que cumplan con su trabajo, que dejen de hacerse cómplices con los gobiernos de cada estado y el federal, no deben encubrir el abuso y la injusticia, protejan realmente a los ciudadanos que representan. No se olviden que cuando buscan llegar al poder nos buscan y prometen infinidad de acciones que nunca cumplen; porque cuando llegan al poder se olvidan del compromiso con el pueblo y del juramento que hicieron de cumplir y hacer cumplir la Constitución.

Por eso les exigimos que se responsabilicen ante la Nación, para vincular a las diferentes instancias de procuración de justicia de todos los estados de la República de tal forma que todos y cada uno de nuestros casos tengan una solución verdadera con justicia y dignidad. Nosotros, la Nación, se los demandamos. Para que no se les olvide, les recuerdo el artículo 39 de nuestra Constitución: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. No nos obliguen a tomar medidas drásticas para que comprendan.

Nadie escucha el río de lágrimas hasta que no ha vaciado las propias en él. ¿Esperan padecer lo que nosotros para sensibilizarse?. Lo único que pedimos es que la sociedad sea solidaria y las Autoridades cumplan con su deber.

María Concepción Vizarretea Salinas
Castillo de Chapultepec, jueves 28 de Julio del 2011.

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